"Lo demás es silencio" de Camila Villegas
De manera reciente, tuve la fortuna de recibir de Editorial Planeta la novela “Lo demás es silencio”, la ópera prima de Camila Villegas, una autora que se ha destacado como narradora, dramaturga, investigadora teatral y productora. Este libro, publicado bajo el sello de Tusquets Editores en la colección Andanzas, nos transporta a Norogachi, Chihuahua, una de las comunidades más emblemáticas de la Sierra Tarahumara. A lo largo de sus 262 páginas, Villegas nos envuelve con un lenguaje rico y evocador, haciéndonos sentir el viento en el rostro, el olor de la tierra, y la presencia casi palpable del silencio en esas montañas.
“Lo demás es silencio” toma su título de una clara referencia al teatro, una disciplina en la que Camila ha desarrollado una brillante carrera. La novela está dividida en tres partes: fuego, tierra y agua y cuenta con 79 capítulos breves, cada uno con la precisión de una escena teatral o un cuento, completos en sí mismos pero conectados. A través de estas páginas, conocemos a Lobo Montejo, el protagonista, un sacerdote que llega a la comunidad de Norogachi y se convierte en mucho más que un simple guía espiritual; Montejo se sumerge en la vida de la sierra, creando profundos lazos de amistad, amor y fe. Montejo es un hombre que quema sus naves, dejando atrás su vida anterior para abrazar una nueva identidad en un lugar donde la fe se mezcla con el dolor, la música y el baile.
Villegas nos presenta una serie de personajes cuidadosamente dibujados, cada uno representando un aspecto de la vida en la Sierra Tarahumara. La sierra misma, sin embargo, es la protagonista indiscutible de la novela; es un espacio que suena, huele, respira y que, gracias a la experiencia de la autora—quien vivió en la región durante varios años—, cobra vida en cada palabra. La Sierra Tarahumara no es solo un escenario, sino un ente viviente que influye en cada acción y pensamiento de sus habitantes.
El impacto del narcotráfico en la comunidad es un tema que atraviesa la novela, aunque no se aborda de manera directa; más bien, se siente como una sombra omnipresente que amenaza con desintegrar el delicado equilibrio de la vida en la sierra. Este conflicto, aunque soterrado, afecta a todos: desde los jóvenes que enfrentan la disyuntiva entre unirse al narco o ingresar al seminario, hasta las familias que ven cómo sus hijos parten, pero nunca logran desprenderse del todo de su tierra natal.
La novela se desenvuelve en diferentes tiempos, llevando al lector hacia adelante y hacia atrás, construyendo una narrativa compleja pero coherente que refleja la realidad fragmentada y cíclica de la vida en la Sierra Tarahumara. Los temas de la fe, la amistad, el dolor y la esperanza se entrelazan con la presencia del alcohol, la música, y los rituales religiosos, que, en este contexto, adquieren un significado profundamente sincrético.
A lo largo de la obra, los aullidos de Montejo resuenan como un grito de dolor, una llamada a la defensa de la comunidad y un ritual de protección. Es en los silencios, en esos momentos en los que el ruido del mundo se desvanece, donde Villegas logra capturar la esencia de la sierra y de sus habitantes. Como lectores, nos encontramos al filo del precipicio, entendiendo que en esos silencios se revelan las verdades más profundas.
“Lo demás es silencio” es una novela
extraordinaria, llena de poesía, metáforas y una sensibilidad única que nos
invita a adentrarnos en un mundo donde lo ancestral y lo moderno coexisten en
una tensión constante. Camila
Villegas ha logrado, en su primera novela, no solo contar una historia, sino
crear un universo completo, una sierra que, aunque quizás nunca visitemos en
persona, se nos queda grabada en la mente y el corazón.
Comentarios