La invención de Morel, de Adolfo Bioy Casares
Una de mis primeras lecturas del año fue “La invención de Morel”, una novela publicada en 1940 y la más famosa del escritor argentino Adolfo Bioy Casares (1914-1999) que marcó el inicio de su vasta carrera literaria; este libro de tan solo 131 páginas, pero de gran profundidad filosófica, llegó a mi gracias a Penguin Random House, editorial que publicó recientemente una nueva edición de la historia bajo el sello de Alfaguara.
La trama de este libro tiene como protagonista a un fugitivo quien llega a una isla; a través de un diálogo interno que plasma en una especie de diario a manera de testimonio, vamos conociendo a través de sus ojos esa porción de tierra en la que aparentemente se encuentra solo. La isla posee construcciones que despiertan en nuestro protagonista análisis y dudas, escribe, se cuestiona, elabora una especie de catálogo y nos cuenta un descubrimiento: avista a una mujer entre las rocas que cada tarde mira la puesta de sol, el acontecimiento le da esperanza…más tarde descubre que hay otras personas y con ello sus emociones cambian, teme por su seguridad, si lo ven ¿lo denunciarán?
La isla se inunda, la rodea un clima inestable, tanto como la tranquilidad del narrador; sentimos su dolor, la fiebre que a ratos le invade, nos da hambre…y ver a los otros habitantes de la isla se vuelve una motivación, pero a la vez un temor tremendo, a la muerte, a la soledad, a ser descubierto y conviven entonces dos mundos sin tocarse, el de esas personas que observa y el de sí mismo.
La narración toma un giro cuando descubrimos junto con el fugitivo un invento, uno que involucra a la eternidad espectral, una grabación en la que los actos de siete días quedan plasmados y se reproducen sin parar, el invento graba y proyecta, la isla es habitada por imágenes y por tanto por seres eternos.
“La invención de Morel” es una novela que al terminarla necesitas un momento para procesar lo leído, es una pieza que involucra fantasía, tecnología, visiones y también incluye un guiño a la cinematografía; este título – cuya lectura no me fue sencilla – me hizo reflexionar sobre múltiples temas y el más potente fue sin duda el de la salud mental, es difícil no pensar en la esquizofrenia e incluso en las redes sociales ¿no se convierten estas en nuestra propia invención de la realidad?
“La invención de Morel” ha inspirado diversas adaptaciones,
desde el teatro, la propia literatura y también ha permeado en el mundo del
entretenimiento televisivo pues inspiró la conocida serie Lost. Si bien no se
va a mi lista de libros favoritos, celebro haber tenido la oportunidad de leer
este título, pues es uno que como amantes de las letras debemos conocer.
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