El viejo y el mar, de Ernest Hemingway
Mi reseña de esta ocasión está dedicada a un clásico: “El viejo y el mar”, del escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961).
Publicada en 1952, esta novela corta está ambientada en la Habana (donde el autor vivió muchos años) y nos comparte un breve momento en la historia de Santiago, un viejo y sencillo pescador que tiene ya más de ochenta días sin pescar y cuyas condiciones de vida no son las más favorables.
Con una fe y esperanza inquebrantables, Santiago se adentra en la inmensidad del océano en un nuevo intento por pescar, lo hace solo, con la única compañía de las aves con quienes habla y reflexiona, avanza en “la” mar a quien concibe como un personaje más, uno femenino, que provee, protege y que “concede y niega favores”.
Hemingway nos permite reflexionar sobre temas profundos a lo largo de la aventura, en ella, Santiago logra capturar a un pez luego de una larga y agotadora lucha (con consecuencias inevitables) un encuentro que nos hace pensar sobre el valor de seguir adelante a pesar de las circunstancias, sobre la vejez, la soledad y la buena o mala suerte.
Con una narración sencilla, la historia se desarrolla de manera lineal y es un título que le valió al escritor el Premio Pulitzer en 1953. “El viejo y el mar” es un libro que puedes encontrar en distintas ediciones, desde las más completas que analizan las metáforas hasta las más sencillas como la que en esta ocasión adquirí de Casa Editorial Boek México de tan solo ¡$27 pesos!
Una buena opción para darnos una pausa, una lectura que – me parece – exige un análisis más allá de lo aparente.
¿Ya lo leíste?
“Pero el hombre no está hecho para la derrota – dijo -. Un hombre puede
ser destruido, pero no derrotado”
Comentarios