El jardín del mar, de Sophie Goldberg

 

 


Mi lectura de esta semana estuvo dedicada a un extraordinario libro: “El jardín del mar”, de la escritora mexicana Sophie Goldberg; publicada en febrero del año pasado bajo el sello de Penguin Random House, esta novela nos sumerge en una dura y a la vez inspiradora historia que nos otorga otra perspectiva de la Segunda Guerra Mundial: la vivida por los judíos búlgaros durante dos importantes ocupaciones, la alemana en 1941 y la rusa, en 1944. 

Estructurada en cuatro partes (antecedidas por bellos poemas) “El jardín del mar” resulta entrañable porque está basada en acontecimientos reales y muy cercanos a la autora, y es que es la historia de Alberto (su papá) quien a sus tan solo cinco años de edad es testigo de la partida de Efraim, su padre, cuando es llevado a uno de los campos de trabajos forzados localizados en Bulgaria.

Sophie Goldberg reconstruye esta historia familiar de una manera magistral, a lo largo de 295 páginas Alberto nos narra, primero desde su perspectiva infantil y posteriormente desde su adultez, los duros momentos que junto con su madre y hermano tuvieron que pasar, hechos que nos recuerdan las atrocidades e injusticias cometidas por el odio y la ignorancia, pero también, descubrimos esas voces que se levantaron y salvaron con ello a miles de personas.

“El jardín del mar” hace homenaje en su título al parque rodeado por el mar negro y ubicado en la ciudad búlgara de Varna: Morska Gradina, sede de hermosos recuerdos familiares que incluso conocemos en algunas de las treinta fotografías y documentos que el libro incluye, dando cuenta de la importancia que tienen las imágenes como archivo documental.

Esta novela es una historia de migración y de supervivencia, un homenaje a la fortaleza y determinación de una de tantas familias que llegaron a nuestro país a finales de los cuarentas para echar raíces y reconstruirse gracias a la fe, la tenacidad y a los profundos lazos familiares. Un libro de esos que nos dan la oportunidad de reflexionar sobre lo que somos como humanidad y nos recuerdan por un lado la importancia de agradecer hasta lo más sencillo y por el otro que no debemos ser indiferentes ante los demás.

Un libro de fácil lectura y gran profundidad. Te lo recomiendo.


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