Desfibrilador, de Gilraen Eärfalas
Este jueves 1 de mayo, a las 11:00 a.m., tendré la fortuna de presentar en la Feria Nacional del Libro de León Desfibrilador, el poemario de la escritora mexicana Gilraen Eärfalas. Es un libro que me sorprendió desde las primeras páginas y que, en más de una ocasión, logró erizarme la piel.
Publicado originalmente en 2018 de manera
independiente por la autora, este año Desfibrilador encuentra nueva vida
bajo el sello de Planeta. En sus páginas conviven las dos pasiones que definen
a Gigi: la medicina y la poesía. Desde ahí, con precisión quirúrgica y lirismo
visceral, explora el tema del desamor.
La estructura del libro es tan singular como
poderosa: simula el expediente clínico de una paciente ingresada al hospital
por una afección cardiaca —una metáfora perfecta del dolor emocional que
atraviesa el poemario—. La lectura inicia con una ficha de ingreso y, a lo
largo de nueve días de tratamiento, se despliega una serie de textos donde la
terminología médica se entrelaza con versos cargados de sensibilidad, ironía y
profundidad emocional.
El subtítulo, Siente cada palabra como un latido,
no es un recurso decorativo: cada poema tiene el pulso preciso de quien sabe
que escribir también puede ser una forma de reanimación. Desfibrilador
me pareció una experiencia íntima y conmovedora, y será, sin duda, uno de los
libros que más habré disfrutado este año. Además, me permitió conectar con un
género que hasta ahora me resultaba ajeno: la poesía.
Si pueden, les recomiendo también escucharlo en su
versión en audiolibro, narrado por la propia autora en Storytel. La voz de
Gilraen le da a cada verso una nueva capa de emoción y cercanía.
Desfibrilador me recordó a mí misma en mis veintes, cuando más
de una vez, el corazón también me pidió terapia intensiva.
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