Todos los días son nuestros, de Catalina Aguilar Mastretta
Uno de los libros que llegaron a mi gracias a un trueque fue “Todos los días son nuestros” de la escritora y cineasta mexicana Catalina Aguilar Mastretta.
Publicada en 2018 bajo el sello de Océano, esta novela de 245 páginas me pareció en principio solo una historia más acerca de un rompimiento de pareja pero que al final me sorprendió por las reflexiones que propicia en torno a las conexiones con nuestros padres y sobre todo el significado del amor profundo.
“Todos los días son nuestros” tiene como protagonista a María quien nos cuenta con un tono de humor sobre el término de su relación con Emiliano; teniendo al cine como un importante hilo conductor (que refleja la vocación de la autora) vamos acompañándola en las diferentes etapas de su relación, desde el enamoramiento y la emoción inicial, hasta la separación y la identificación de “la cosa terrible” que propicia la fractura completa de su vínculo. En este proceso, que incluye no poder dejar de oler a Emiliano en las sábanas y que el ruido de un refrigerador se vuelva ensordecedor y en medio de estas cosas cotidianas, vamos identificando las metáforas, los procesos de duelo y la propia maduración de la protagonista.
Catalina logra con esta, su primera novela, que pensemos, en la manera en que vamos viendo a nuestros padres y madres en las diversas etapas de la vida: desde la niñez, en donde los vemos como verdaderos héroes, la adolescencia y la juventud - cuando no les perdonamos los defectos - hasta la adultez, en donde por fin comprendemos que simplemente son seres de carne y hueso que se equivocan, reparan y sobre todo aman.
“Todos los días son nuestros” es una novela refrescante que sorprende, en lo personal derrame varias lágrimas con los últimos capítulos y eso honestamente me encanta pues, estos libros que me inspiran a pensar en los que amo y modificar mi pensamiento y forma de actuar, son mis favoritos. Este libro me parece que es un homenaje a nuestras madres, nuestras amigas y en general a esa tribu femenina que nos fortalece y nos acompaña, una tribu a la que no hay que darle demasiadas explicaciones sobre nuestros errores.
No he encontrado
de Catalina otra novela, entiendo que se ha enfocado más al séptimo arte, estaré
atenta por si su destino literario pronto resuena de nuevo.
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