A sangre fría, de Truman Capote
Este año tuve la oportunidad de recorrer la biblioteca de una persona que partió físicamente pero que a través de sus lecturas sigue aquí; en ese recorrido encontré “A sangre fría” (In cold blood) uno de los títulos más celebrados del periodista y escritor norteamericano Truman Capote (1924-1984) que desde hace mucho permanecía en mi lista de lecturas obligadas; la edición que me obsequiaron y que ahora atesoro fue una especial publicada por un periódico local, con traducción cedida por Anagrama y a cargo de Fernando Rodríguez.
“A sangre fría” está considerada por muchos como de las primeras “Novelas testimonio” pues no es una simple historia policial sino una de hechos reales, un texto que es el resultado de la investigación profunda del autor - y que incluyó entrevistas con los involucrados - que une magistralmente el periodismo y la literatura, una obra que primero vio la luz en 1965 en un formato por entregas y publicada finalmente como libro en 1966.
Truman Capote nos narra con una gran genialidad, un crimen perpetrado el 15 de noviembre de 1959 en Holcomb, un pequeño y hasta entonces tranquilo pueblo estadounidense de Kansas en el que, sin razón aparente, son asesinados en su propia casa cuatro miembros reconocidos y queridos por la comunidad, una familia unida y trabajadora: el Sr. Clutter, su esposa y dos de sus cuatro hijos.
Con un narrador neutral, la realidad se va haciendo novela a través de cuatro capítulos, primero conocemos a las víctimas, sus rutinas y lo que vivieron en sus últimos días; nos enteramos rápidamente de los homicidios y de quienes son los criminales: Perry Smith y Dick Hickcok, dos ex convictos, ladrones de poca monta, con pasados complicados y en libertad condicional. El relato profundiza mucho en los detalles y en cada uno de los personajes, percibes el miedo de los vecinos de las víctimas y la paranoia que cada familia comienza a sentir; como lector no conoces de entrada los detalles de los asesinatos, el escritor lo omite, lo que te provoca una expectativa absoluta que te mueve a no parar de leer hasta descubrirlo.
“A sangre fría” se ha convertido en uno de esos libros de culto que marcó una nueva forma de contar historias, se concentra mucho en la psique de los criminales y conocemos a profundidad sus vidas, su pasado, sus huellas familiares, sus vacíos existenciales. Al terminar de leer sientes horror, tristeza, conmoción y asombro por lo poco que puede valer una vida, por las leyes y su aplicación, piensas en la justicia y desde luego reflexionas sobre lo que puede pasar por la mente de un asesino; “A sangre fría” es un libro que deja una gran pregunta ¿Cuántos crímenes a sangre fría se comenten cada día?
Nota: De este emblemático texto se han realizado ya
varias adaptaciones al cine, la primera cinta que parte del texto es la estrenada
en 1967 y bajo la dirección de Richard Brooks, una cinta que por supuesto vi en
cuanto acabé el libro; la película fue rodada en blanco y negro, en los lugares
del suceso real, y nominada a cuatro óscares, reconocida como una adaptación
con un guión sumamente literario. En 2005 se estrenó una nueva adaptación
llamada Capote y que resalta la
investigación del escritor para publicar la novela, sin duda ya la tengo en mi
lista de próximas películas por ver.
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