La mesa herida, de Laura Martínez Belli

 

 


El año pasado tuve oportunidad de disfrutar de la más reciente novela de la escritora española Laura Martínez-Belli “La mesa herida” un libro que disfruté mucho y que me acercó más a la personalidad de la tan mencionada pintora mexicana Frida Kahlo a través de esta historia en la que una obra de arte es la protagonista.

Publicada el año pasado bajo el sello de Planeta, “La mesa herida” tiene un arranque del que es difícil desprendernos y que se sitúa en nuestro país en 1935; la manera en que Laura le da voy a una Frida enamorada y decepcionada a la vez cuando descubre la infidelidad de Diego con su propia hermana Cristina, te engancha y simplemente no puedes ya dejar de leer, a partir de esas primeras líneas nos cuenta en sus 382 páginas la historia del cuadro de gran formato y pintado sobre tabla titulado “La mesa herida” pintado por Frida y que desapareció en 1955 en Varsovia en el marco de una exposición de arte mexicano que se organizó entonces; hasta el día de hoy no se sabe dónde está con certeza esta pieza que fue una de las más importantes de la artista, por su tamaño y por la carga tan importante de significados que ahí presenta, desde la relación tan profunda y dolorosa en muchos niveles con el pintor guanajuatense hasta los intensos dolores de su enfermedad, pasando por el vacío por no haber logrado ser madre.

A través de dos voces, la de Frida y la del personaje de ficción Olga Simonova (una burócrata de la Rusia comunista) que ama el arte y en especial la pintura, queda cautivada cuando por su labor conoce la pieza “La mesa herida” de Kahlo, la gran contadora de historias que es Laura va tejiendo palabra a palabra una cautivadora historia de amores, abusos de poder, traiciones, dolores y tráfico de arte.

“La mesa herida” me pareció una novela muy buena, una que no solo logra que veamos con nuevos ojos a la famosa Frida (yo nunca he sido fanática de su vida y obra, pero reconozco que me cambió la perspectiva) sino que consigue que imaginemos y vivamos los sueños y personalidades de dos mujeres con entornos muy diferentes pero conectadas por el arte y las heridas también; este libro, además, nos muestra el México de colores, el país lleno de arte y belleza; debo reconocer que disfruté más su primera parte titulada “La herida” en dónde se concentra más la historia del cuadro; la segunda parte llamada “La mujer y la mesa” tiene un tono diferente e imaginamos la profunda feminidad de la mítica pintora.  

“La mesa herida” es un buen libro que recomiendo leer.

 

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