Mis días en la librería Morisaki, de Satoshi Yagisawa
Luego de algunas semanas intensas de trabajo, hoy te quiero compartir un libro que habla de libros; un título que en principio compré para mi hijo adolescente pero que, ante la negación que tiene actualmente de leer y aprovechando mi necesidad de sobrepasar un mini bloqueo lector que tuve hace tiempo, se lo robé y terminó siendo parte de mi biblioteca: Mis días en la librería Morisaki del escritor japonés Satoshi Yagisawa.
Con tan solo 158 páginas,
este libro corto nos habla de Tatako, una joven de tan solo veinticinco años
que vive una ruptura amorosa y con ella una crisis personal; ante esta
situación, el tío de Tatako de nombre Satoru, la contacta luego de un
distanciamiento de varios años y le lanza una invitación: ir a apoyarlo a
atender la librería familiar especializada en literatura moderna llamada
Morisaki, un espacio pequeño ubicado en un barrio de Tokio llamado Jinbocho
lleno de librerías y editoriales, un lugar que existe en la vida real y al que todo
lector o lectora quisiéramos ir.
Tatako, ante la
ausencia de planes, ve en esta invitación una oportunidad – aparentemente pasajera
– para cambiar de aires y a cambio de ayudarle en la librería, su tío le deja
vivir en la parte superior en dónde hay una pequeña cama y muchos libros
alrededor, convirtiendo su ahora cuarto, en un sitio que absorbe el ruido
exterior.
Tatako no es lectora y,
de hecho, al momento de atender a los clientes no tiene mucha idea de que hacer
ni tampoco comprende de fondo el interés por los libros, como era un poco de
esperarse, poco a poco comienza a acercarse a las historias hasta que llega el
momento en que ve en ellas ventanas e inspiración.
Esta novela corta me
gustó mucho porque es de esos títulos perfectos para recordar el porqué ama uno
estas bellas herramientas, nos recuerda también la importancia de las
relaciones familiares, los recuerdos, el legado y el valor de las pequeñas
cosas.
Publicado bajo el sello de ediciones Letras de Plata en
varios países ya, esta linda novela refleja el amor que el autor tiene por el
barrio de Jinbocho, un cariño que quiso llevarlo a un título que pudiera llegar
fácilmente a muchas personas de todo el mundo.
Confío en que mi hijo adolescente un día decida abrir las
páginas de este corto y bello libro, es un título ideal para nuevos lectores,
lo recomiendo.
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