El mexicano de Buchenwald, de Julio Godínez

 


Uno de mis géneros favoritos es la novela de ficción basada en hechos reales y hoy toca el turno de hablar de una historia escrita por el periodista Julio Godínez (Ciudad de México, 1980) publicada en 2021 bajo el sello de Editorial Planeta con la que conocí aspectos desconocidos para mi sobre uno de los primeros y más grandes campos de concentración erigidos por los nazis dentro de Alemania.

Este libro, que recibí por parte de la editorial y en el que Julio plasmó su dedicatoria en septiembre el año pasado, lo inicié justo el 27 de enero, Día Internacional en Memoria de las Personas víctimas del holocausto y en sus 309 páginas se cuenta la historia de dos hombres que fueron capturados en 1944 y permanecieron prisioneros en el campo de Buchenwald y que decían ser mexicanos: José Luis Salazar - experto en armas - y Juan Rodrigo del Fierro - estudiante de electrónica - y que a lo largo de la narración vamos descubriendo cuál de los dos lo era realmente.

Si bien es cierto que ya se ha escrito mucho sobre la Segunda Guerra Mundial y los tremendos campos tanto de trabajo como de exterminio, esta novela me aportó elementos nuevos sobre el actuar de los Nazis y que reflejan el arduo trabajo de investigación que Julio le imprime a sus proyectos literarios y que en este en particular le tomó cinco años; para mí era desconocida la historia de Ilse Koch a quien le llamaban la bruja de Buchenwald así como los detalles en los distintivos de las prendas de rayas blancas y negras que debían portar los prisioneros y, más importante aún, pude conocer sobre el desarrollo de un grupo de resistencia internacional dentro del campo que logró salvar muchas vidas.

A lo largo del libro conocemos un puñado de personajes inspirados en prisioneros reales que vivieron los horrores de estos campos, nos sensibilizamos sobre lo que un ser humano es capaz de hacer para sobrevivir y en aspectos históricos conocemos un poco más sobre el actuar de nuestro país ante este gran conflicto bélico.

Hoy en día estos temas duelen porque no hemos aprendido nada como humanidad y vivimos en un país en el que la muerte sigue estando presente y en dónde la pérdida de la libertad es uno de los más grandes temores; el poder leer este tipo de libros nos ayudan a tener más sensibilidad hacia el dolor de otros sin que importe su nacionalidad.

 

 

 

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