La tierra de la gran promesa, de Juan Villoro
Hoy quiero recomendarte la lectura de “La tierra de la gran promesa” una novela del extraordinario escritor mexicano Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) un narrador y periodista cuya forma de plantear sus historias siempre logran que uno vea más allá; un título publicado en agosto del 2021 bajo el sello de Literatura Penguin Random House.
“La tierra de la gran promesa” tiene como protagonista al documentalista Diego González y la historia arranca el 24 de marzo de 1982 en la tarde que en que la cineteca nacional - ubicada entonces en los estudios Churubusco - sufrió un incendio mientras se proyectaba la película “La tierra de la gran promesa” de Andrzej Wajda, este trágico hecho en el que se perdieron vidas y un importante acervo cinematográfico, lo toma Juan Villoro y construye una novela que no solo habla de cine sino también se vuelve una metáfora del país, un México en que constantemente se calcinan muchas cosas sin ninguna consecuencia.
El libro nos va narrando los hechos en dos momentos, el primero durante el incendio y el segundo treinta y dos años después cuando vemos a Diego en una especie de crisis de la edad; Diego se va a Barcelona, una ciudad a la que llega por invitación del misterioso productor catalán Jaume Bonet, una travesía que se vuelve también un periplo para huir de su pasado. Diego habla dormido y su esposa Mariana, - sonidista de profesión - va desenredando sin que él lo sepa sus frases y en este ejercicio conocemos los dos temas que han marcado la historia de Diego: un trágico accidente en el que muere un amigo cercano y el éxito inesperado de su documental “Retrato hablado” con el que, sin pretenderlo, dejó huellas que originaron la captura del Vainillo, un poderoso capo de la droga.
En esta novela de 446 páginas y cuyo proceso de elaboración le tomó al autor cinco años, se habla del cine, de los sueños, de la inseguridad del país, de los narcos; también hay destellos de la relevancia del peso de la paternidad, tanto de traer a alguien a la vida y educarlo, como de tener a un padre hasta cierto punto castrante.
Con un epígrafe de La vida es sueño de Calderón de la Barca, en “La tierra de la gran
promesa” Juan Villoro habla de México y fiel a su costumbre de la idiosincrasia
del mexicano; reflexiona sobre la manera en que contamos nuestra propia realidad
y como muchas veces decimos las cosas a medias. Una lectura totalmente
recomendada.
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