Niebla ardiente, de Laura Baeza
Con un arranque que nos regala una frase de Black, de la banda norteamericana Pear Jam, Laura nos presenta una novela corta y poderosa que toca temas muy duros: desde la trata de blancas y el feminicidio, hasta el impacto que puede tener en una familia la enfermedad mental de unos de sus miembros; con una narración a dos tiempos, que incluye muchos momentos en retrospectiva, vas como lector sumergiéndote en la vida de Esther y de su hermana Irene quien, luego de haber sido recluida en una clínica por esquizofrenia, desaparece. A lo largo de 221 páginas, distribuidas en 44 capítulos, vamos tejiendo la problemática en un lapso de 23 años, de 1990 al 2013.
Publicada apenas hace dos meses bajo el sello de Alfaguara (cuyas ediciones disfruto mucho) esta no es una historia bonita, es una dura que repasa el impacto de un padre ausente, de una madre desbordada, de una familia en la que la culpa, los silencios, la pérdida y el dolor se instalaron hasta lo más profundo, un libro que transita por Martínez de la Torre, Xalapa y Cofre de Perote en Veracruz - cuya espesa niebla le da título al libro -, la Ciudad de México y Barcelona.
Laura nos otorga con esta primera obra, un mensaje contundente sobre los temas que le interesan, esos a los que debemos hacerle frente y hablar, una realidad complicada que se vive en no pocas familias y que incluye la salud mental en la infancia y la violencia hacia las mujeres. Plantea, además, las dificultades del trabajo periodístico en nuestro país e incluye la enorme capacidad terapéutica de las artes, especialmente de la música y la danza.
El final de Niebla ardiente me conmovió mucho, fue un libro que por un lado
duele pero que por el otro otorga luz y esperanza, dando reconocimiento en
medio de todo, a la capacidad que tenemos de pedir perdón y recuperarnos.
Laura tiene publicados dos libros de cuentos: Época de cerezos y Ensayo de orquesta, que
sin duda compraré.
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